domingo, 19 de abril de 2009

BELLEZA DEL ACORDEÓN

Cuando oí tocar a Astor Piazzolla el bandoneón, descubrí una nueva forma de interpretación de la música. Su innovación en el tango fue revolucionaria para la época, criticado por los tangueros clásicos pero amado y venerado por oídos cultos a la música, jazzistas, nuevos tangueros y artistas. Demostró su magia y grandeza al momento de hacer sus composiciones. Fue así que comencé a interesarme por este tipo de instrumento, los bandeonistas hoy se están extinguiendo, pero aun hay quienes tocan el acordeón.

Algunos músicos de clase lo usan en sus composiciones. El maestro Enrique Bunbury es uno de ellos(desde su disco Pequeño hasta el Hellville Delux).

El Cirque du Soleil, hizo una gira espectacular con Iñaki Diéguez como acordeonista principal, por su 25 aniversario. 

El tango argentino, el baile más sensual y elegante que he visto usa el bandoneón y el acordeón como base principal de su instrumentación. La ranchera mexicana, el forro brasilero, el ballenato colombiano y las urbes de toda Europa usan este instrumento.

El acordeón es un instrumento elegante, no muy fácil de tocar; muy pocos pueden hacer que estos instrumentos expresen la belleza de sus notas. Por eso cuando tengan la oportunidad de oír a alguien tocando el acordeón abre la mente que no tienes idea de lo que puedes sentir.

Foto: Carlos Fonken

2 comentarios:

  1. Al ver las magníficas imágenes del bandoneón capturadas por Fonken, me hizo recordar el viejo bar La Biela,  frente a la plaza central de La Recoleta en Buenos Aires, al cual fui la primera vez con el actor Víctor Hugo Vieyra. Ese lugar lleno de tradición y nostalgia había impregnado sus paredes de miles de acordes de tangos y milongas  que aún rebotaban por encima de nuestras cabezas. No cabe duda que lo que me contaba esa tarde el chango Vieyra acerca del teatro argentino, y su lugar en la cultura latinoamericana, el bandoneón lo había fijado desde hacía años de manera insustituible en el tango. Un tango de Pascual Contursi (letra) y Juan Bautista Deambroggio (música), compuesto en 1928 y que Carlos Gardel incorporó a su repertorio, trata ya al bandoneón como a un hijo adoptado: "Bandoneón arrabalero, / viejo fuelle desinflado, / te encontré como a un pebete (niño)/ que la madre abandonó". Del bandoneón los autores y músicos de mi generación como Juan Carlos Baglietto o Sergio Vitale lo incorporaron a las diferentes fusiones musicales contemporáneas y forman parte del aliado impostergable que acompaña nuestra melancolía. Tratando de encontrar a los más grandes ejecutantes de éste instrumento, el estudioso de la música argentina Juan Ángel Russo menciona a: Aníbal Troilo, Astor Piazzolla, Raúl Garello, Néstor Marconi y a muchos más, quienes fueron transformando el sonido del gusano, a medida que se producía la evolución estilística del mismo. Volviendo a las imágenes de Carlos Fonken, sólo guardaba un vago recuerdo de una serie de fotografías hechas por Daniel Machado, titulada “Piernas y Bandoneon”. Al ver este nuevo acercamiento fotográfico me hace pensar a la historia de un argentino, que vive en el exilio, y da clases de bandoneón on line, y aún a costo de parecer exagerado, él asegura estar tratando de no irse de su tierra.

    Carlos Tolentino


    http://academiadelosimperfectos.blogspot.com/

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  2. Sólo usted maestro para darnos esta reseñita de historia de música y conocimiento.

    Gracias por participar.

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