En estos últimos días he tenido experiencias, y sin buscarlas, algo graciosas. La última hirió susceptibilidades, recibí amenazas, llamadas... pero es divertido.
Está no la podía dejar de lado.....
Ayer Jueves, volvía de una agradable charla con mi hermana Patty, llegando a casa vi que en la puerta de mi vecina había una señora parada en la entrada de la casa. Mi vecina, que tiene ya una edad avanzada, tiene algunos inquilinos ya que vive sola hace muchos años.
Vivimos en una zona tranquila de Jesús María, a una cuadra del Olivar (donde entrena la selección de voley). Era casi media noche , entré a casa; cuando ya estaba en mi cuarto poniéndome la ropa de dormir.... el silencio se vio interrumpido por un: "MALDITA DESGRACIADA, TU MATASTE A MI ABUELA".... pensé en ese momento: "bueno alguien estará discutiendo en la calle, nunca faltan los que beben unas copas de más y hacen escándalos por que sí".
Pero los gritos eran incesantes: "tu me dejaste con una hernia, sabiendo de mi condición, maldita desagradecida".
Era cada ves mas fuerte y cercano el alboroto: "DESPUÉS DE 20 AÑOS, mira como me tratas".
Ante tanta bulla salí a husmear por la ventada, un hombre en completo estado de ebriedad, vestido de negro y con una botella de aguardiente en la mano, estaba protagonizando el escándalo mas deprimente alguna ves oído y visto en el barrio. La señora que tenía que aguantar al hombre borracho, trataba de disimular la situación y le decía: "por favor, vete y mañana conversamos".
Sin embargo, el tipo estaba completamente necio, levantando la botella al aire seguía:"mal agradecida, que todos se enteren por que no tienes un hogar; tu mataste a mi abuela, me hiciste pelear con mi madre".
Que desgracia.
De pronto mi vecina, tuvo que salir e intervenir: "por favor señor, retírese".
La única opción que tuve fue la de salir en ese momento y darle apoyo molar a mi vecina, a la cual conozco desde que tengo uso de razón y al menos decir: "que pasa, es hora de llamar al serenazgo"....
Cuando uno menciona a la policía o algún segmento de ley, las personas tienden a calmarse, salvo los verdaderos delincuentes. Y así fue, el alcoholizado hombre paró de gritar, le dijo un par de cosas a la señora (asumo su ex pareja) y se fue, tambaleando cual porfiado.
En estas situaciones por cuestiones de moral y auto estima, es mejor quedarse callado y no quedar en ridículo, la vergüenza para la señora y mi vecina no cuestan 10 o 20 lucas como la botella de aguardiente.
pobre infeliz, como persona debería darse su lugar.
Por eso el Perú es súper.
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